EL TREN QUE ME CONDUJO A MADRID










EL FERROCARRIL








El día 1 de agosto de 2019 un técnico de RENFE, cuyo padre estuvo trabajando en la finca de Maluque, circulaba en pruebas como integrante del equipo técnico, por la antigua línea Madrid, Zaragoza, Barcelona, pasando por: Yunquera,  Salesianos del antiguo apeadero Maluque, Humanes de Mohernando... Y tuvo el detalle de tomar estas imágenes en recuerdo a los amigos de Yuquera y a la memoria de su padre, que en paz descanse. Nuestro agradecimiento.



Yunquera de Henares


Yunquera de Henares, instante siguiente


Humanes de Mohernando


Cabina del tren

MUSEO





 BILLETE DE IDA YUNQUERA DE HENARES MADRID ESTACIÓN DE ATOCHA

Fue en la madrugada del 23 de febrero de 1959 cuando mi padre me llevó a Madrid para quedarme,  estudiar y abrirme camino en la ciudad. Porque la casa de labranza de mi familia no garantizaba un futuro holgado como labrador. Había cumplido los 14 años el 29 de octubre del año anterior.



La máquina de vapor que arrastraba los vagones del tren, anunciaba su entrada en la estación del pueblo. Envuelta en una auténtica nube de humo y silbando de forma atronadora...



Viajaba como era natural en 3ª clase. Asientos enrejados de madera con acceso al coche a través de un estribo exterior con una barandilla y puertas metálicas. A este conjunto se le denominaba jardinera.


















A pesar de ser un tren de viajeros siempre se completaba la unidad de coches de 2ª y 3ª clase, con un vagón destinado al  transporte de equipaje facturado, carga y un compartimento dedicado al Servicio de Correos.


El tren disponía de calefacción pero la estanqueidad de las ventanas no era hermética. Se podían abrir y cerrar a gusto de los viajeros. En todo el tren se mostraban avisos de no asomarse por las ventanas, por el peligro de recibir impactos de carbonilla de la máquina del propio tren.También había el riesgo de que otro convoy que circulaba en sentido contrario, proyectaría también partículas y si se extendía mucho el brazo podía impactar con el otro tren.


La aproximación de la máquina del tren a cualquiera de las estaciones de su recorrido era imponente. La llegada siempre era recibida por el factor de la estación con un banderín plegado de color rojo. El banderín izado y el silbato del jefe de estación marcaban el arranque de su nueva etapa.



Siempre me llamaron la atención los avisos que se distribuían a lo largo de los pasillos y las filas de ventanas: Prohibido escupir. Prohibido asomarse a las ventanas. Asientos reservados para los mutilados.Éstos estaban indicados para el perfil del mutilado de guerra del bando nacional.

















Este reportaje se ha realizado con el Tren de la Fresa que hace el recorrido Madrid Aranjuez en Primavera. Este tren conserva todas las características de los trenes a vapor de la dècada de 1950.





















Vía del tren con vocación de llevarnos al infinito. Raíles de hierro que nos anunciaban la llegada del convoy, si reposábamos nuestros oídos infantiles sobre uno de ellos. Estas traviesas de madera impregnadas en brea, fueron sustituidas por soportes de hierro y cemento, durante la década de los sesenta.






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